Como un mar de mil inmensidades
como el vuelo raudo de mil halcones
como el eco de mil canciones
como el golpe de todas tus verdades
Así camino, empuñando una rosa fría
Así confío, ciego en un laberinto azul
Así sonrío, al ver caer mi triste abedul
Así me he ido, pero esta vez rendirme no podría
Un amanecer ha caído frente a mí
un atardecer ha crecido en las nubes
un día por mis venas subes
un día hasta mi vida daré por tí
Ya la canción termina su armonía
Ya la fe deja de vivir sólo en mí
Ya el amor escapa de la sequía
¡Ya el corazón sangrante vive por tí!
Abril 9, 2004
noviembre 02, 2007
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