Despacio... retírate suavemente... no hagas mucho ruido...
Apartate... ven individualmente... no me maltrates tan seguido...
Rojizos bosques deshojados susurran una melodía quebrada y vacía
ausente está la voluntad de las pocas raíces fugaces que sostienen sus troncos ancianos
cual sonido de hoguera furiosa, sus ramas se rompen en miles de astillas sangrantes
matando la voluntad infinita de tu mirada que este raudo corazón aún ansía
ahogandose los pétalos carmesí embriagados de antiguos cantares gitanos
Vamos alma mía! Respira y arrástrate... ante la herida clamorosa jamás te quebrantes
Despacio... calla humildemente... no me muevas tanto...
Alejate... camina simplemente... no soy el mártir ni soy el santo...
mayo 15, 2008
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