Un río de plata que yo navegué
tempestades en el soporté
vientos q amenazaban mi vida
y reían cuando yo gritaba que eras mía
El tiempo jugó conmigo una broma
trayendo con él años de soledad
cada año salía el sol sin calentar de verdad
encendía mi río de plata cual vaga antorcha
Nunca entendí que no existe nombre para tí
tan sólo, como quieras, eres dolor y amor
rugiendo en cada rincón de color
y nunca habrá quien pueda huir, pues estarás allí
En mi lecho yaceré cual pájaro herido
y mi vuelo no levantaré hasta haberte visto
cuando mi ceguera rabiosa haya partido
pues navego en río de plata cuando tu te has ido.
Mayo 15 2001
noviembre 02, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario