El agua ha perdido su dulce y el aire se parte frente a mis ojos
No existo más que para mí mismo y nadie conoce mi aliento
Mis más preciados recuerdos se cubren de cielos rojos
No reconozco el sonido de propia voz en el viento
Calcinados caminos que ya no encuentro
No tengo más latidos en este corazón seco
Mis pasos mantienen su ritmo lento
No veo mas allá de mi rostro enfermo
Aquí me quedé, en este encierro espartano
Queriendo divulgar fuerzas que no tengo
Sin más sonrisas que las que tiré en tu pantano
Y hasta olvidé a donde iré y de donde vengo
Este es mi último intento de salir por ti
Sin nada más que un alma moribunda
Y tan solo quiero que una vez más te fijes en mí
Que le devuelvas paz a esta criatura inmunda
David Brenes
Julio 5, 2010
julio 05, 2010
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